Buscar motivación en otros enclaves
Cuando los profesionales trabajamos tanto y tanto tiempo en un mismo entorno, podemos pasar por un estado al que yo denomino “estancamiento creativo”.
Este estado no es positivo para el trabajo de un cocinero. Empobrece el espíritu y el alma, y eso a la hora de cocinar se nota. De hecho en mi casa tenemos prohibido cocinar enfadados, es un estado más que inaceptable para poder hacer feliz a alguien.
¿imagináis si tuvierais que contar un chiste enfadado o cabreado? No sale nada.
Pues la creatividad es igual, debe estar a tono, y cada día… no es fácil. Por eso cuando tenemos ese “estancamiento creativo” debemos buscar nuevos entornos donde impregnarnos de un feeling positivo y buscar donde no se ha hecho antes.
“la cocina está en todos lados, yo me inspiré en un semáforo para hacer una de las trufas de chocolate que acompañan a nuestro café”Juan María Arzak.
Podemos encontrar en la gastronomía y sobre todo últimamente en el uso de maquinarias y herramientas, mucho de esto que hablo.
Hace unos años a alguien se le ocurrió pintar en un plato una salsa con una brocha, algo que los pintores hacer a diario, o usar moldes de varios materiales como la silicona, incluso la “concha del choco”, que usan los orfebres para trabajar con la plata. Ahora estos productos se usan en la más alta gastronomía para poder conseguir formas y texturas que antes no imaginábamos que podríamos ser posibles en la cocina.
En la empresa pasa igual. Antes veíamos las tarifas planas solo en las empresas de telefonía e internet. Ahora las vemos en talleres, peluquerías y en restaurantes.
Todo es cuestión de definir nuestra personalidad empresarial y gastronómica, y sobre todo no caer en el gravísimo error de copiar o mal copiar, pensando que el cliente no se dará cuenta… Os aseguro que el cliente es sabio de por sí y lo que busca es calidad, en mayor o menor precio pero siempre busca calidad.
Nosotros en Acánthum, nos inspiramos en los productos que tenemos y en la forma más tradicional que se han hecho. De ese modo, buscamos información del “por qué” se hacían las cosas antes así.
Siempre en los restaurantes suele haber algún tipo de prensa , nosotros queríamos aumentar la cultura, pero en este caso la gastronómica, y nos dijimos… ¿porque no tener una librería gastronómica y así poner a disposición del que quiera libros de alta referencia para poder aumentar su cultura? Y la verdad es que ha sido un gran éxito, incluso nos ha llegado algún cliente, profesionales del gremio, que han consultado libros antes de comprarlos.
Otra de las acciones inspiradoras que en nuestra casa tienen cabida son los mensajes. Mensajes que dejamos de forma premeditada a los clientes enrollados en la mesa para que puedan leer antes de comenzar todo. Estos mensajes surgen por la idea de “susurrar”. Queríamos decirle al cliente algo de una manera muy personal, y suave, como un susurro.
Nos dimos cuenta que no podíamos susurrar a cada uno de los clientes, y también queríamos evitar que personalizaran el mensaje en nuestro equipo de sala, queríamos algo más general como nuestro “ente”. Y nos dimos cuenta que todo el mundo lee el mensaje en silencio, para sí mismo y no para los demás, lo que conseguimos fue comunicar un mensaje individual y evocador a cada uno de nuestros clientes antes de comenzar la función.
Os recomiendo siempre que tengáis la oportunidad y que os encontréis en ese estado de “estancamiento creativo” que hagáis las cosas que lleváis pensando un tiempo en hacer y que salgáis del entorno que os estanca y que busquéis en los lugares el porqué de cómo se hacen las cosas.
La inspiración suele aparecer cuando uno está en paz consigo mismo y tiene la mente sin presiones ni ideas pesadas.
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