Es una hortaliza que se encuentra en dos grupos en
la clasificación de éstas (clasificación por su parte comestible), los grupos
serían hortalizas de tallo y el de hojas, según la parte que vayamos a utilizar
pertenecerá a uno u otro.
Una de las cosas que más me ha llamado la atención
buscando información e investigando, es lo bueno que resulta para el feto
durante el embarazo. Los primeros meses de embarazo son claves en la salud del
feto, basta decir que al principio de la gestación se pueden originar defectos
en el tubo neural (como malformaciones en la médula espinal y dorsal, y escaso
desarrollo del cerebro; entre los más comunes), y una de las formas más
eficaces de prevenirlos es consumiendo ácido fólico, una vitamina del grupo B
(B9). Pues bien, los vegetales de hojas verdes son su mayor fuente y entre
estos se destaca el apio. Y eso no es todo, también nos ofrece una lista de
minerales, esenciales para el bebé y la mamá. Por ejemplo, calcio, magnesio y
potasio, que, entre otras tareas, mantienen estable la presión sanguínea. Así
mismo, la naturaleza le ha otorgado vitaminas B1, B2 y B16.
Por otro lado, el alto porcentaje de agua del apio
lo hace ideal para las dietas de reducción de peso. Además da sensación de
saciedad, evitando que comamos más. Y como es rico en fibra, el sistema
digestivo trabaja como un relojito.
Además de ayudarnos con la tensión arterial como ya
habíamos mencionado, también nos ayuda a disminuir los niveles de colesterol
nocivo tomándonos un vaso de agua de
apio al día.
Receta:
Agua
de piña y apio:
Ingredientes:
·
2 rodajas gruesas de piña
·
2 tallos de apio con hojas
·
3/4 de taza de azúcar
·
2 ramas de perejil
Preparación:
Lavar el apio perfectamente y el
perejil y cortar el apio en trozos.
Licuamos juntos apio, perejil, piña,
el azúcar y cuatro tazas de agua, y lo colamos en el recipiente donde vayamos a
conservar y/o servir. Agregamos cuatro tazas más de agua y dejamos enfriar.
Antes de servir añadimos unos cubitos de hielo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario