domingo, 21 de enero de 2018

La educación ni se compra ni se vende

Hoy, en un pequeño alto en el camino, observando determinadas cosas que suceden a lo largo de un servicio, recordando algún que otro acontecimiento extraño en los últimos días y recordando algo que le ha sucedido a un amigo y compañero de profesión (no me gusta dar nombres) hace unos días con un asunto de alergias, me hace pensar en nuestra (la sociedad) actitud respecto a algunas profesiones y como maltratamos a los demás por determinadas frustraciones personales.
Me parece de una malísima educación y por supuesto falta de respeto, que a un camarero se le trate como a un “simple” camarero que solo tiene que servirte y sin piar. Me parece horrible que un cocinero tenga que tener siempre en su stock todo a lo que su excelencia le plazca y además cuando lo quiera y desee, porque esa es la otra, me da igual que tú estés aquí  12 horas, si yo quiero comer a las 15:00 y/o cenar a las 23:00, lo hago, que para eso pago y tú estás para servirme; y además, para rizar el rizo, te intento regatear y tengo la osadía de decirte que eres muy caro, porque tus horas, tu formación (ah! Que como no soy universitario me merezco menos porque no he estudiado (puta ignorancia)) y labor NO VALEN TANTO. Además, porque en muchas ocasiones, el primer culpable de no poder ofrecer el servicio solicitado es el propio cliente, que no hace reserva previa y además no indica determinadas preferencias y/o necesidades. A todo eso, hay que añadir que no todos los establecimientos hacemos de todo, por ejemplo, ¿usted iría a comprar un solomillo de cerdo a la frutería de debajo de su casa? No lo creo.
Obviamente, hablo de mi oficio porque es el que conozco, aunque es de todos sabido que sucede en gran parte (por no decir todos) de los oficios que nos dedicamos al sector servicios.

Pues a toda esa panda, por no decir otra cosa que me dejaría mucho más a gusto, les diría que el dinero no todo lo paga, que los valores y el respeto no se compran, que los títulos no dan el Don ni el Doña, y que por muchos bienes y cuentas abultadas que se tengan, si se es un mal educado y gentuza, eso no lo cambia el Sr. Don dinero.