domingo, 11 de septiembre de 2011

La gastronomía baezana, Pedro Salcedo

Bueno, pues aquí tenemos otra nueva entrada después de nuestro descanso bloggero en el mes de agosto de nuestro querido Pedro Salcedo, una vez más nos lleva a pensar y a recordar que nuestros sabores regionales y tradicionales son la raíz de nuestro paladar y de nuestras sensaciones en la mesa, y que por mucho que evoluciona la cocina (afortunadamente) no podemos olvidar nuestros orígenes gastronómicos así como sentirnos más que orgullosos de nuestra gastronomía.
Sin más, aquí os dejo el artículo que ha escrito para el programa de la feria de Baeza de agosto que muy gentilmente nos ha cedido y como siempre es maravilloso.



LA GASTRONOMÍA BAEZANA

Escribir sobre la gastronomía de Baeza va a ser una tarea fácil, al menos eso es lo que yo pienso. Quien viaje con frecuencia, habrá podido observar que los que vivimos en Baeza somos de alguna forma unos privilegiados. Mi opinión puede ser  producto del entusiasmo por mi ciudad y haber nacido y crecido aquí. Pero lo cierto es que lo dicen prácticamente la mayoría de los forasteros que nos visitan cada día y que por mi trabajo tengo la suerte de escuchar sus opiniones. Una gran parte coinciden en que aquí se come muy bien.
Un pilar muy importante, yo diría que fundamental para que una persona se sienta a gusto en un sitio es la “comida”, o si queremos llamarla de una forma más elegante, su gastronomía. En eso Baeza está a la altura de su conjunto histórico-artístico, y mira que es  rico y variado. Una circunstancia esencial es el hecho de estar rodeados de un mar de olivos. Basta con asomarse al paseo de Antonio Machado y el infinito se queda corto para delimitar la extensión y belleza de unos olivares preñados de aceituna. Ese océano de perfección en forma de troncones retorcidos por el tiempo, que da la impresión que han sido maltratados a lo largo de su existencia, cuando sucede justo lo contrario, son mimados hasta la saciedad por “jornaleros”, dedicados en cuerpo y alma para después arrebatarles el fruto más presuntuoso que un “chef” o cocinero pueda exigir, el aceite de oliva virgen extra.
Ya tenemos por tanto el ingrediente básico de la cocina de Baeza, ese que se establece en el eje, por muy importante u ostentoso que resulten los demás. Nuestra forma de hacer tiene que ver con la imaginación y el aprovechamiento de la escasa materia prima de que disponemos. Comparadas con otras provincias de nuestro país, donde basta con tener un buen pescado, marisco o carne para obtener, sin apenas un triste aliño, un resultado de esos que se te saltan las lágrimas. De nada de eso hemos tenido en Baeza para diseñar pautas o disciplinas en forma de recetas tan memorables e indiscutibles como nuestro “Bacalao Encebollado” –ahora llamado también a la Baezana o estilo Baeza- o la “Ropa-Vieja”, que a veces cuando afinamos su textura, rememora al mejor paté Francés que puedas  encontrar en un restaurante de París con un puñado de estrellas Michelín.
Pero no es mi intención ahora dar un repaso al recetario de nuestra querida Baeza, presumo que quién va a leer esto ya la conoce de sobra, pues es más que probable que cada mediodía la deguste a mesa y mantel, como es todavía costumbre en sitios como el nuestro, donde la globalización de la cocina se resiste a instalarse en nuestros fogones, menudo lujo ¿no?. Incluso a esos foráneos o los familiares de fuera que vuelven cada agosto a su feria y fiestas a reencontrarse con un trozo de su cultura gastronómica. Más bien me gustaría compensar y rendir un merecido homenaje a nuestras abuelas por darnos tanto a cambio de tan poco, esas que guisaban en una lumbre, esas que con una raspa de bacalao y un par de alcachofas y un puñado de arroz se las componían para realizar el manjar más sublime que jamás halla podido catar un gourmet. Esas que no han usado la vitro, el micro o la thermomix. O a nuestras madres, continuadoras infatigables de tan magistral obra, que aun hoy se niegan a perder las formas y que nos inculcan con primorosa paciencia a hijos con mucho “apetito” pero con demasiada prisa por buscar una red wiffi para conectarse a internet. Si mi generación le brindáramos a la cocina la cuarta parte del tiempo que pasamos entre facebook, playstation y envíos de sms, otro gallo nos cantaría.
Mi compromiso por la cocina me vino por una casualidad, y es que a ver quien no aprende de una maestra entre pucheros como es mi madre, yo la observaba entre sofritos de tomate y cebolla y puñados de sal, y además de la tenaz pasión que mi padre me infundió por el aceite de oliva virgen extra.
Sé que me dejo en el tintero asados, sopas frías, escabeches, adobos, postres, nuestra insuperable masa de aceite y un largo etcétera de formas de guisar que completan uno de los más preciados tesoros que tiene Baeza, su gastronomía. Conservémosla como lo hacemos con nuestro patrimonio artístico, nuestros estómagos lo agradecerán y los que vienen a visitarnos también. Buen provecho.



BACALAO  A LA BAEZANA

Ingredientes para cuatro personas:
-1/4 litro de aceite de oliva virgen extra.
-500 gr de bacalao desalado.
-300 gr de cebolleta muy picada.
-un tomate maduro rayado.
-una cucharada sopera de pimentón dulce (de cáscara).
-75 gr. de guisantes (frescos en temporada)
-75 gr. de pimientos rojos de asar.
-15 gr. de piñones.
-1 litro de agua.

Aliño:

-1 diente de ajo mediano.
-6 hebras de azafrán.
-6 hojas de perejil.
-Sal.

Elaboración:

        Se asan los pimientos y se cortan en tiras de un centímetro de ancho aproximadamente. Se cuecen los guisantes, escurrir y reservar. Haremos un sofrito a fuego lento de cebolla y tomate. No reservar ningún aceite. Cuando el sofrito este tibio le pondremos el pimentón molido dulce y lo mezclaremos muy bien hasta conseguir un color rojo intenso. Lo añadiremos al litro de agua hirviendo (con mucho cuidado) junto con los guisantes, pimientos rojos, piñones, sal y el aliño machacado con un mortero. Dejar veinte minutos hirviendo y probaremos de sal .El plato se puede servir con el bacalao rebozado y frito en aceite de oliva virgen extra o se puede cocer en su misma salsa en cazuela de barro a fuego lento. Si se quiere la salsa mas espesa, ligarla a gusto.




miércoles, 7 de septiembre de 2011

Ensalada de aguacate

Bueno, esta ensalada es una ensalada muy básica pero no por ello deja de ser una exquisitez, y para mi gusto, es  un "dippeo" maravilloso.

Ingredientes:

- Aguacate
- Tomate
- Cebolla (si puede ser fresca mejor)
- Vinagre
- Sal
- Cilantro (es opcional, esta no lleva)

Elaboración:

1º) Abrir el aguacate por la mitad haciendo un corte trasversal pero sin cortar el hueso, entonces giramos las dos mitades como si fueran unas tapaderas y se separaran sin problema. Una vez quitado el hueso nos ayudaremos con una cuchara para separar el aguacate de la piel, si el aguacate está muy verde habrá que pelarlo, lo ideal es que tenga un puntito de madurez. Y el paso siguiente será picarlo finito.
2º) Picamos el tomate y la cebolla muy finitos y los mezclamos con el aguacate.
3º) A continuación sazonamos y listo. Si le añadieramos el cilantro, pues lo hariámos en este momento y que estuviese muy bien picadito.

Nota: Se le puede añadir un toque de aceite de oliva, pero bajo mi punto de vista al ser el aguacate bastante graso no es necesario.












viernes, 2 de septiembre de 2011

¿Creatividad o Crear actividad?, Xanty Elías

Bueno, pues después de darnos todos un descansito en el mes de agosto (evidentemente el descanso es referente al blog, jejeje), volvemos al ataque y reactivamos esta torre de babel que es este rinconcito. Comenzamos con otro magnífico artículo de Xanty Elías, espero que lo disfruteis.


¿Creatividad o Crear actividad?

Momentos los de hoy en día, a pesar de los temporales que capeamos los profesionales de la cocina, tenemos que hacer en muchos sentidos de tripas corazón.
E indagando por el mundo de “redes sociales” que hoy en día se levanta a nuestro lado como si de una dimensión paralela se tratara, intento buscar que puede crear tendencia en la nuestra vida y como aplicarlo a la cocina.
Mientras busco, me relaciono e investigo, bajo  a la cocina central, hago las pruebas que teníamos en el tintero desde hace unos meses y terminaban de salir,- vaya ahora la humedad a cambiado, estos crujientes no pueden ser para otoño.-
Me fijo en gran cantidad de ingredientes que en mercado nos ofrece de una manera tan cercana, y otros tanto de una lejanía que sorprende que lleguen aquí y tengan clientes que lo consuman. Pero es así la globalización de la cocina, aquí usamos el magú, wasabi fresco, cardamomo y belugas, mientras en la India, aprenden a usar el aceite de oliva, los pimientos del padrón o en Japón se maravillan con el jamón ibérico, y el atún de Barbate.
Me llaman de la carpintería, si de la carpintería, que las cajas para los Bom-Box de la temporada de otoño está terminado de diseñar y hay que elegir el forro por el color y el relieve. – esto me recuerda, que tenemos casi terminado el surtido de Petit-fours, pero nos quedan algunos Candys por puntear.-
Las copas nuevas, … las cartas,… los cuadros, … (DIOS!!! Los cuadros tengo que terminar de pintarlos para que estén a punto.)  Todos los productos van llegando mientras terminamos de explicar los menús de la temporada y mientras tengo a los cámaras de tv montando en el salón reservado, para grabar los cinco programas de septiembre.
O tienes los pies en la tierra y clara tu meta y tu apuesta por tus proyecto  o puedes echar de menos mancharte las manos de harina en la cocina. Porque tener tu espacio de CREATIVIDAD, os aseguro que CREA ACTIVIDAD, y con el tiempo si consigues mantener el ritmo, crearas ADICTIVIDAD.