Huelva, la gran desconocida.
Huelva se enseña sigilosa en la esquina más sur occidental de Andalucía. Abrazada junto al Atlántico, por las desembocaduras de los ríos Odiel y Tinto. Su orografía se adorna en ambientes asimétricos: La costa y La sierra, fusionadas ambas por el Andévalo y El condado. A su dominante cota paisajística, se le acerca una amena suerte gastronómica, configurando una de las cocinas más integras, no solo en materia prima, sino en el entendimiento de su manufactura. Cortegana, Cumbres Mayores y Aracena, abrigan con su relieve a Jabugo, cuna del genuino jamón de pata negra, donde perniles de fiel crianza en montanera y a base de bellota, como único condumio, dotan de un equilibrio gustativo tal, que ha transcendido fuera de nuestras fronteras como el jamón más codiciado del mundo. Vagar hacia el litoral es ahondar en la castiza cocina marinera, Isla Cristina, Punta Umbría, Huelva (capital) o El Rompido (Cartaya). En sus añejos puertos asilan el pescado y marisco tan codiciado por quien lo distingue. Popular es el “choco”, cefalópodo que presta su nombre para motejar a los de Huelva capital como “choqueros”, auténticos especialistas en arroces caldosos que enredan marisco y choco, junto a sus reputadas coquinas. El Andévalo, a medio camino entre el mar y la sierra, donde se conjugan originales y elaboradas cocinas, se acuerda en Valverde del Camino, uno de los ombligos gastronómicos con más personalidad de la provincia. Celebres son sus “Gurumelos”, seta de primoroso paladar, que solo pueden ser catada los meses de febrero y marzo, e involucrada de forma absoluta en recetas de la zona. ”Salmorejos de bogas , Calderetas y Guisaillos de Cordero” se anexan a las propuestas de los fogones Andevaleños. La gastronomía serrana queda quizás ensombrecida por sus embutidos y jamones, pero resiste también otra cocina adocenada de ancestrales paladares: ”Sopas de Olores” o “Gazpachos aromatizados”, satisfacen con autoridad los paladares más rigurosos. La bondad de su repostería se ampara entre miel y almendra, como en el resto de Andalucía, de unánime confección en toda la provincia, son celebres sus “Tortas, Piñonates , Petacas y Ejuelas”. Caldos con denominación de origen, de concepción joven y afrutada, ”Finos y Olorosos” dotados de más cuerpo, y brandys de “La Palma”, transigen el desafío más rotundo para que Huelva deje de ser de una vez por todas ”La gran desconocida”.
muy bien, pero falta algo de Lepe y Bollullos, y como nó de Almonte.
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